En 1934 el heladero griego Tom Carvelas tuvo un percance con su vehículo en Harstdale, New York. Una llanta ponchada le impedía continuar su ruta de venta y comenzaba a derretir su helado. Era pleno verano, la ruta de Carvelas incluía las concurridas playas de New York repletas de familias que buscaban algo con que aplacar su calor. El camión no arrancaba, el helado comenzaba a derretirse. Ya no era el clásico helado duro de siempre, era una variante más suave. El calor, el producto derritiéndose y la falta de respuesta de la máquina obligó al heladero a vender este nuevo “helado suave” varado al costado del camino ¿Tendría éxito?
A inicios de 2019 un equipo experimentaba un problema con su variante más nueva. Los Ravens enfrentaban a los Chargers en la ronda de comodines y su quarterback Lamar Jackson no podía encontrar manera de dañar la defensa de Chargers. La historia de Jackson era peculiar, seleccionado con el último pick de primera ronda del Draft 2019 se había hecho de la titularidad del equipo después de la lesión del quarterback Joe Flacco. Lamar era muy diferente al quarterback clásico que es Flacco, posee una gran velocidad e inteligencia que le permiten encontrar huecos y alargar jugadas. Si bien su estilo de juego podía rendir al máximo en otro sistema ofensivo, Lamar se acopló lo suficientemente bien al que estaba en funcionamiento y acabó la sequía de 3 temporadas sin playoffs para Baltimore. Ahora en playoffs el éxito de este cambio de quarterback parecía haber desaparecido. Jackson no lograba progreso alguno en el campo y la situación ponía unas preguntas interesantes a los Ravens. ¿Volver al quarterback clásico, el helado duro de la NFL? ¿O continuar con el diferente helado suave que es el quarterback móvil?
Un quarterback móvil condiciona todas las líneas de lo defensiva. La presión al quarterback por parte de la línea defensiva no tiene el mismo efecto, colapsar el centro de la protección resultara de poca utilidad si el quarterback puede extender la jugada hacia los costados, esto condiciona también a los defensive ends que ya no pueden ir tan agresivamente por el quarterback sino tienen que tratar de contenerlo dentro del bolso de protección para evitar una expansión de jugadas. Los linebackers sufren también con un quarterback móvil ya que muchas veces son utilizados como “espías” del quarterback, esperando una acción para ir tras él. Estos segundos de espera del linebacker crean oportunidades para la ofensiva como espacios a la hora de pasar el balón y oportunidades de realizar jugadas de triple option (siendo la opciones: acarreo del corredor, acarreo del quarterback o un pase a un receptor). El quarterback móvil modifica la matemática de la NFL, al ser un potencial corredor y en ocasiones hasta bloqueador, se agrega automáticamente un jugador extra al ataque terrestre, creando una ventaja para la ofensiva.
La defensiva secundaria también se ve condicionada. Un quarterback móvil hace que la cobertura hombre a hombre se vuelva más riesgosa. En la cobertura hombre a hombre el defensivo da la espalda al quarterback por tener la mirada fija en el receptor que está cubriendo. Al no tener las miradas de varios defensivos un acarreo por parte del quarterback se vuelve bastante más productivo. Los quarterbacks corpulentos añaden otro nivel de dificultad a la hora de ser tackleados. En la NFL los defensivos secundarios tienen un peso promedio de 88 kilos, cifra que es contrastante con los 104 kilos de Dak Prescott, los 108 de Josh Allen o los 111 de Cam Newton. Estos 3 últimos quarterbacks han aprovechado su portentoso físico para hacer daño por tierra, más en zona roja en donde acumulan muchos touchdowns terrestres.
Lamar Jackson perdió el juego, Carvelas su camión. Pero estos tropiezos estuvieron lejos de ser el acabose de ambos. Al siguiente año, ya como titular oficial y con una ofensiva enfocada 100% en él, Jackson ganó el premio MVP y ayudó a los Ravens a ser el equipo con más victorias en la NFL. Carvelas dejó su camión y el helado duro, pero por buenas razones. Comprobó que vender en un local sin tener que andar manejando por la ciudad era tan redituable como hacerlo en un vehículo en movimiento, al igual que Ravens con Lamar, se dedicó a mejorar su nuevo producto y creó el exitoso helado suave que todos conocemos que ahora ya se vende en por millones de unidades en muchas cadenas no solo de postres, sino de comida rápida.
¿Se extinguió el helado duro y clásico que conocemos? No, para nada, aún continúan varias cadenas grandes y exitosas de este postre, aunque el helado suave se ha vuelto el más popular y económicamente accesible. ¿Los quarterbacks móviles han desplazado por completo a los clásicos pasadores de bolsillo? Hoy las ofensivas se han dado cuenta de lo útiles que son, haciendo que hasta Patriots haya considerado ir por uno esta offseason, pero los pasadores de bolsillo siguen llegando a la NFL, como ejemplos Sam Darnold y Dwayne Haskins. Es todo cuestión de gustos, mientras ambos estilos de quarterbacks garanticen una oportunidad para ganar no habrá discusión entre cual es mejor sino cual te gusta más. Al final los amantes de los postres tienen que agradecerle a Carvelas que no tiro ese helado derretido y los fans de la NFL que la franquicia decidió ir con Lamar. Nunca sabes que tan bueno será el próximo desastre.
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