Esto sonará raro, pero posiblemente llevar a los Ravens a los playoffs en 2018 fue contraproducente para la carrera de Lamar Jackson. En ese año Jackson reemplazó a Joe Flacco a mitad de temporada por la lesión de este último. Jugó un total de 7 juegos con lo que los Ravens pasaron de tener un récord 4-5 a uno de 10-6. Lamar básicamente se ganó el puesto de titular en esos últimos 7 juegos ya que demostró poder ser efectivo en la NFL y con una ofensiva que no estaba enfocada en él aún. Cambiar de ofensiva a media temporada es dificilísimo, más por el factor tiempo que por el factor humano. Los Ravens aún no podían implementar un playbook completo para Lamar y por eso su ofensiva estaba limitada para esa temporada. Sumarle a eso la química con los receptores que con Jackson estaba en etapas tempranas. Para un novato ser titular es difícil, pero es más difícil hacerlo viniendo de la suplencia porque los suplentes no reciben prioridad a la hora de las prácticas, vienen a cambiar el plan de juego de un equipo ya acostumbrado a uno y tienen que prepararse para ser titular en días y no en meses como los quarterbacks titulares en la offseason.
Ya en playoffs los Ravens recibieron a los Chargers y Lamar tuvo el peor partido de su carrera. Chargers traía una defensa con un gran pass rush que no lo dejaron tranquilo en todo el juego y el juego terrestre de Ravens fue detenido. En los primeros 3 cuartos Jackson tenía apenas 3 pases completos de 7 lanzados y una intercepción. Chargers habían enfrentado a Ravens tan solo dos semanas atrás en temporada regular, habían tenido un vistazo de lo que era la ofensiva de Ravens. Lamar reaccionó en el 4to cuarto, pero el juego ya estaba fuera de su alcance.
La percepción de muchos fue negativa, pues los Ravens habían acabado la temporada 2018 con la mejor defensiva en la NFL en yardas y segunda mejor en puntos. La inoperancia de Jackson hizo que sus más acérrimos críticos se lanzaran, al fin había prueba de que su juego no podía tener éxito en la NFL y lo peor, era el último juego, esta narrativa iba a durar toda una offseason.
Para 2019 Lamar tuvo toda una offseason con trato de titular, el playbook ahora iba a ser solo para él. Su suplente, RGIII, era un jugador de características similares, haciendo la tarea más fácil para los entrenadores. Ya en temporada regular esto se dio frutos y Lamar fue reconocido como MVP y votado mejor jugador en la lista de NFL Top 100. Pero en playoffs perdió en su primer juego contra Titans. Una nueva narrativa nacería: Lamar no puede ganar juegos de playoffs.
Pero de nuevo, esta narrativa es incompleta e injusta, Lamar no debió de jugar su primera temporada en la NFL, el hecho de que llevara a los Ravens a playoffs ese año fue un logro en sí. Los 4 quarterbacks que fueron seleccionados antes que él, los que “si iban a triunfar en la NFL” no tienen tampoco victorias en playoffs, 3 de ellos (Mayfield, Darnold y Rosen) no saben lo que es una temporada ganadora, Josh Allen destacó en la NFL hasta a mediados de su segunda temporada en la NFL y aún así su nivel es lejano al de Jackson.
Ahora la narrativa de “no triunfará en la NFL” fue reemplazada por la de “no puede ganar en playoffs”. Si Lamar no gana un juego de playoffs en 2020 la presión será inmensa, así no sea su culpa o tenga un juego impecable. Echarle la culpa al quarterback siempre ha sido una constante, así sea el quarterbacks que regresó los playoffs a Baltimore después 3 temporadas o silencio con su juego a los que decían que no iba a triunfar. La vida suele ser muy injusta con los justos.
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